María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 7 julio, 2020
La plancha para alizar y la tenacilla rizadora son elementos cada vez más comunes en la rutina diaria de belleza de muchas mujeres alrededor del mundo. Sin embargo, al ser fuentes de calor, estas herramientas pueden deteriorar o dañar el cabello.
Las altas temperaturas de estos utensilios, que pueden alcanzar los 240 grados, pueden generar diferentes complicaciones, como:
- Resequedad
- Puntas abiertas
- Pérdida de brillo y sedosidad
- Cabello quebradizo
- Enrojecimiento del cuero cabelludo
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Sin embargo, existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a minimizar los daños que estos elementos puedan ocasionar:
1. Elige la plancha adecuada
Las planchas o rizadores con revestimiento cerámico ayudan a moderar el calor y lo distribuyen de manera uniforme. Con estas, tu cabello sufrirá menos que con las de metal.
También hay algunas planchas con recubrimientos de aceites, como el de argán, que aportan nutrientes al cabello, mantienen su estructura y ayudan a conservar el brillo.
Además debes asegurarte que tengan temperatura regulable.
2. Usa un protector térmico
El protector térmico facilita el peinado y evita el calor localizado, además protege al cabello de la resequedad y contribuye a conservar su vitalidad.
Te recomendamos aplicar este producto sobre el cabello mojado para facilitar su distribución. Tras aplicarlo, peina suavemente.
3. Antes de usar la plancha, seca bien tu cabello
La aplicación de calor externo sobre el cabello mojado puede provocar que la cutícula se deteriore y que pierda su estructura natural. Con el paso del tiempo, la costumbre de planchar sobre pelo mojado puede ocasionar daños profundos en las fibras capilares.
Procura que el cabello se seque al natural, pero si tienes prisa siempre puedes usar un secador.
4. Elige la temperatura indicada
Aunque tu plancha tenga la posibilidad de graduarse hasta los 240 grados, nunca es recomendables que apliques calor excesivo sobre tu cabello. Normalmente bastará con que elijas una temperatura que oscile entres los 175 y los 190 grados.
¡Ojo! si tienes el cabello fino y quebradizo, debes procurar usar las plancha en sus temperaturas más bajas.
5. No más de dos pasadas por mechón
Entre más veces pases la plancha sobre tu cabello, mayor serán los efectos nocivos que el calor ocasionará. En una misma porción de cabello, te recomendamos planchar por máximo 4 segundos con solo dos repeticiones.
Además procura planchar máximo tres veces por semana, de esta forma no quemarás tu cabello más de la cuenta.
6. Aceite de argán después del planchado
El aceite de argán es un gran aliado para proteger el cabello ya que ayuda a mantener o recuperar su hidratación, dejándolo brilloso y reduciendo el frizz. Aplícalo de medios a puntas y disfruta de sus beneficios.
También puedes usar mascarillas hidratantes una o dos veces por semana. Estas te ayudarán a combatir la resequedad ocasionada por el calor de las planchas.
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