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La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual muy común que se origina por una bacteria y puede afectar tanto a hombres como a mujeres. Se estima que esta infección es tres veces más común que la gonorrea y 50 veces más común que la sífilis, sin embargo quienes la padecen pueden tardar años en darse cuenta. La clamidia puede contraerse por sexo oral, vaginal o anal, e inclusive se puede transmitir a los bebés a través del parto si la madre está infectada. Aunque esta enfermedad es frecuente en todas las personas sexualmente activas, las principales afectadas suelen ser las mujeres, especialmente si tienen múltiples parejas. Los lugares más comunes Mujeres: cuello del útero, recto o garganta Hombres: uretra, recto o garganta Descubre también: Testículos: consejos prácticos para su cuidado Síntomas Aunque en muchos casos la clamidia suele ser una infección silenciosa, algunos síntomas que pueden alertar sobre su presencia son los siguientes: Mujeres Flujo vaginal anormal con un fuerte olor Ardor al orinar Dolor al tener relaciones sexuales Sangrado entre períodos menstruales Dolor abdominal Hinchazón alrededor del ano Hombres: Secreción acuosa del pene Hinchazón de los testículos Picazón alrededor de la abertura del pené Ardor al orinar Hinchazón alrededor del ano Ante cualquiera de estos síntomas, es necesario que acuda al médico para realizar los exámenes que permitan confirmar o descartar la clamidia. Por su parte, las mujeres embarazadas deben descartar esta infección durante sus visitas prenatales. Descubre también: Cálculos renales: síntomas y tratamiento Consecuencias de la clamidia Una infección por clamidia no detectada o tratada a tiempo puede generar diversas complicaciones en la salud, tanto en hombres como en mujeres, dentro de las que se encuentran: Dolor pélvico crónico Infertilidad Embarazo ectópico Infección del epidídimo Artritis reactiva ¿Se puede prevenir? Al tratarse de una enfermedad de transmisión sexual, la mejor forma de prevenir la clamidia es con el uso de condón., sin embargo también puedes reducir el riego de padecerla teniendo una pareja sexual estable. Además de las estrategias de prevención, los especialistas recomiendan a las personas estar atentos a los síntomas y realizar chequeos periódicos.