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La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de naturaleza autoinmune que se caracteriza por un crecimiento acelerado de las células cutáneas que provoca descamación y otras alteraciones en la superficie de la piel. Se estima que esta condición afecta a entre el 1 % y el 5 % de la población mundial, puede presentarse a cualquier edad y afecta principalmente a personas de piel clara y a quienes tienen antecedentes familiares. En la mayoría de los casos esta enfermedad se presenta por ciclos, con brotes que duran varias semanas y que luego disminuyen o desaparecen. Existen 5 tipos diferentes de psoriasis: en placas, guttata, pustulosa, inversa y eritrodérmica. Síntomas Los síntomas de la psoriasis y la gravedad de los mismos puede variar de una persona a otra, sin embargo algunos de los más comunes son: Parches rojos en la piel Escamas o placas en las manchas rojas Piel seca que tiende a agrietarse y sangrar Dolor o ardor alrededor de las manchas Picazón, también alrededor de los parches rojos Rigidez o inflamación de las articulaciones Uñas picadas y gruesas Generalmente estas señales se evidencian en articulaciones como codos y rodillas, pero también pueden presentarse en manos, pies, cuero cabelludo, rostro, e incluso en casos más graves pueden llegar a cubrir la mayor parte del cuerpo. Descubre también: Cinco conductas que debilitan tu sistema inmune ¿Por qué aparece la psoriasis? La causa exacta de la psoriasis aún no está clara, sin embargo se ha clasificado como una enfermedad autoinmune, lo que quiere decir que aparece como resultado de que el cuerpo se ataque a sí mismo. En las personas que sufren esta afección, las células T (que normalmente combaten virus, bacterias y agentes dañinos) empiezan a atacar a las células sanas de la piel y provocan que se acelere su producción y que se acumulen en la superficie de la piel demasiado rápido. Este mal funcionamiento de las células T puede deberse a factores genéticos y ambientales, sin embargo continúa siendo un tema de estudio. Otros factores que parecen aumentar el riesgo de desarrollar psoriasis son tener una enfermedad o infección que debilite el sistema inmune como el VIH y presentar obesidad. Desencadenantes de los brotes de psoriasis Algunos factores que pueden iniciar o empeorar un brote de psoriasis son: Episodios de estrés Consumo excesivo de acohol Tabaquismo Quemaduras o lesiones en la piel Infecciones Algunos medicamentos como el litio y los de la presión arterial Descubre también: Hipertensión: factores de riesgo que debes evitar ¿Se puede curar la psoriasis? Hasta el momento no se ha establecido una cura para la enfermedad, sin embargo existen tratamientos orientados a retrasar el crecimiento acelerado de células cutáneas y reducir los síntomas. Normalmente mediante una exploración física, un médico diagnostica el tipo de psoriasis que se padece y procede a determinar el tratamiento más indicado, el cual puede inlcuir: Cremas y ungüentos Medicamentos orales o inyectados Terapia de luz Como parte del tratamiento también se suelen recomendar alguno ajustes en el estilo de vida, orientados a mejorar la apariencia y la sensación de la piel: Aplicar crema humectante y aceites (en algunos casos varias veces al día) Tomar baños todos los días (sumergirse en el agua) Perder peso (en caso de obesidad) Consumir suficiente omega 3 y en general llevar una dieta balanceada Evitar el consumo de alcohol No fumar Evitar los episodios recurrentes de estrés o encontrar formas para volver a la calma. Descubre también: Los estragos del estrés sobre tu cuerpo

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