María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 5 febrero, 2020
El acoso escolar, también conocido como bullying u hostigamiento, es uno de los problemas más comunes que deben enfrentar los niños y adolescentes de la actualidad.
Aunque a menudo suele ser visto como algo normal e inofensivo, el acoso escolar puede acarrear serias consecuencias para la salud mental y física de las víctimas.
Apodos, burlas, insultos, comentarios discriminatorios y agresiones físicas son solo algunas de las múltiples expresiones del popular bullying que suele afectar notablemente el clima escolar y el rendimiento académico.
Dependiendo de las acciones involucradas en el hostigamiento, el acoso escolar se puede clasificar de la siguiente manera:
Verbal: cuando los hostigadores agreden con palabras orientadas a intimidad, generar miedo, ofender, discriminar o amenazar.
Social: cuando el hostigamiento está dirigido a excluir al niño o adolescente del un círculo social o grupo de amigos a través de rumores falsos, burlas de pasillo o simplemente ignorándolo o repudiándolo.
Físico: cuando la víctima de acoso es agredida en su integridad física a través de empujones, bloqueos, zancadillas, patadas, etc…
Ciberacoso: cuando el hostigamiento se da a través de mensajes hirientes o rumores publicados y difundidos en redes sociales, correo electrónico o servicios de chat.
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¿Cómo saber si su hij@ es hostigad@?

Un niño que es víctima de bullying generalmente no revelará su situación ante los padres o familiares cercanos, sin embargo existen una serie de señales que pueden ayudar a los adultos a detectar el acoso.
Algunas de ellas son:
- Comportamientos rebeldes y agresivos
- Cambios abruptos de humor
- Trastornos alimenticios
- Timidez extrema
- Pérdida de interés por ir a la escuela
- Pérdida del interés por asistir a reuniones sociales
- Lesiones inexplicables en su rostro o cuerpo
- Bajas calificaciones
Consecuencias del acoso escolar

Como mencionamos con anterioridad, el bullying puede generar diferentes efectos negativos en la salud mental y física de los niños o adolescentes.
Algunos de las consecuencias más comunes son:
- Depresión y ansiedad
- Problemas para conciliar el sueño
- Baja autoestima
- Disminución del rendimiento académico
- Deserción escolar
En casos más graves, también puede provocar:
- Consumo y abuso de sustancias psicoactivas
- Actitudes agresivas y violentas
- Ideas de suicidio
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