María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 7 julio, 2020
El dolor muscular suele ser un recordatorio común del esfuerzo realizado en una rutina de ejercicio. A muchos les agrada la sensación, pero para algunos puede resultar muy intenso.
Este dolor se presenta a menudo después de 24 horas de haber realizado ejercicio y con frecuencia se extiende por cerca de dos o tres días, mientras el músculo completa su proceso de recuperación y fortalecimiento.
¿Existe algún método para prevenir este dolor?
En ocasiones resulta inevitable sentir dolor después de una nueva o más exigente rutina de ejercicios. Sin embargo los expertos en salud y entrenamiento físico recomiendan tres hábitos que pueden ayudar a prevenir y mitigar la aparición del dolor muscular intenso:
1. Ve con calma
Antes de realizar un nuevo ejercicio o ejecutar un programa de entrenamiento de mayor intensidad a la que estás acostumbrado, es recomendable que te prepares adecuadamente y de manera escalonada.
De esta forma los músculos del cuerpo se irán acostumbrando al esfuerzo exigido y entonces el dolor nunca será tan fuerte y agudo como para impedirte realizar las próximas rutinas.
2. Haz calentamiento
Calentar es vital para preparar al organismo antes de una actividad física intensa y ayuda a reducir el riesgo de lesiones musculares durante el entrenamiento.
Estos movimientos previos activan el riego sanguíneo y mejoran la lubricación de las articulaciones, al tiempo que aumentan la frecuencia cardiaca.
De igual forma, los músculos que han entrado en calor son más eficientes y te ofrecerán un mejor desempeño
3. Estira correctamente
Una buena sesión de estiramiento después de hacer ejercicio ayuda a relajar la tensión en los músculos que han sido sometidos a esfuerzo.
Además, al estirar se acelera la reabsorción del ácido láctico y por ende se reduce en cierto grado el dolor proveniente de la inflamación o las lesiones tendinosas.
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