María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
La limpieza facial es un paso infaltable dentro de una rutina integral para el cuidado de la piel, sin embargo el uso de métodos o productos inadecuados puede resultar contraproducente y afectar la salud y apariencia del cutis.
Una adecuada limpieza facial tiene como objetivo eliminar el exceso de sebo, la suciedad, el sudor y las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel, y también ayuda a preparar el rostro para la aplicación de otros productos o tratamientos cosméticos.
De acuerdo con la Academia Americana de Dermatología el lavado del rostro debe realizarse dos veces al día (en la mañana y en la noche) y también después de sudar.
Es importante tener en cuenta que el agua no es suficiente para lavar el rostro profundamente y por eso se recomienda incluir una rutina de limpieza que tenga en consideración los siguientes pasos:
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Pasos para una adecuada limpieza del rostro
1. Recoge tu cabello para evitar que interfiere con tu tu rutina de limpieza (y también para evitar que se ensucie con los productos que utilizarás)
2. Desmaquilla tu rostro con un producto de base acuosa u oleosa como el agua micelar, los desmaquillantes bifásicos, las leches desmaquillantes o los bálsamos.
3. Humedece tu rostro con agua tibia
4. Aplica un limpiador suave y sin alcohol con la yema de los dedos.
5. Evita frotar tu piel con demasiado fuerza
6. Enjuaga con agua tibia
7. Seca con una toalla suave
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¿Cómo elegir los productos para la limpieza facial?
Los expertos recomiendan la doble limpieza facial que, como se evidencia en los pasos anteriores, consiste en una primera aplicación de un producto acuoso, oleoso o bifásico (que combine agua y aceite) para retirar el maquillaje, los restos de cremas hidratantes y el protector solar.
Para este primer componente debes tener muy en cuenta tu tipo de piel:
- Pieles mixtas o grasas: preferir limpiadores de base acuosa como el agua micelar.
- Pieles secas: pueden funcionar limpiadores con textura cremosa como leches desmaquillantes, pero también se recomienda el agua micelar.
El segundo componente consiste en usar un limpiador y en este punto es recomendable preferir los “syndets”, detergentes sintéticos suaves que resultan menos agresivos para la piel en comparación con los limpiadores a base de jabón. Los syndets también son más recomendados para personas con condiciones como acné, rosácea o dermatitis.
Un estudio adelantado por investigadores de la Academia Americana de Dermatología reveló que la limpieza diaria con syndets (en comparación con el jabón) produce mejoras significativas en varios atributos de apariencia de la piel como textura, claridad, tono y brillo. Estos beneficios parecen deberse a la capacidad de los syndets para mantener la integridad de la barrera del estrato córneo y dejar la piel en un estado más hidratado. (2)
Al momento de elegir un syndet, debes verificar que esté diseñado para tu tipo de piel.
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