María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 7 julio, 2020
Aunque lavar tu cabello sea una tarea cotidiana aparentemente fácil, debes tener en cuenta algunas recomendaciones que ayudarán a mejor su salud y apariencia.
Sedosidad, brillo y consistencia son algunas cualidades del cabello que podrás adquirir si mantienes una rutina de cuidado correcta, y esto incluye, por supuesto, el proceso de lavado.
Descubre también: Seis trucos para proteger tu cabello del calor de la plancha
A continuación te presentamos algunos consejos que pueden ayudarte en el cuidado de tu melena:
1. Elige el champú adecuado para tu tipo de pelo
El primer paso, y más importante, es elegir el producto adecuado que vas a aplicar durante el lavado:
- Si tienes el pelo fino, opta por un champú que aporte volumen y que no tenga sulfatos. En tu caso, es preferible que no uses acondicionador o que las cantidades sean mínimas.
- Si tu cabello es seco y grueso, elige un producto que te aporte hidratación y que sea suave. Puedes optar por champús con aceites esenciales (argán, coco, jojoba)
- Si eres de cabello graso, debes asegurarte de que tu champú esté indicado para controlar la producción de cebo.
- Si teñiste tu cabello, es recomendable que uses un producto especial para conservar el color ya que algunos champús se pueden llevar consigo el tinte. Además es preferible que elijas un producto que contenga protección solar.
2. Enjuaga tu cabello
Antes de aplicar cualquier producto debes mojar tu cabello con agua tibia. Esto hará que las cutículas se abran y mejorará el efecto del champú y el acondicionador.
No uses agua demasiado caliente, ya que esta aumentará la porosidad del cabello y hará que se vuelva quebradizo y con frizz.
3. Momento del champú
Aplica una pequeña cantidad de champú en la palma de tu mano y espárcela por tu cabello y cuero cabelludo usando la yema de los dedos con movimientos circulares.
Cuida de no usar tus uñas ya que esto generará irritación. El masaje debe ser suave y sin demasiada presión.
4. Enjuaga de nuevo
Usa nuevamente agua tibia para retirar el champú. Asegúrate de que no queden residuos.
5. Momento del acondicionador
Si decides usar acondicionador, debes asegurarte de que sea el indicado para tu tipo de cabello y de no exagerar con la cantidad. Si aplicas demasiado producto, tu pelo se verá pesado y grasoso.
Si tienes las raíces con mucha grasa, es recomendable que apliques el acondicionador únicamente de medios a puntas.
6. De nuevo enjuaga
Asegúrate de retirar completamente el acondicionador con agua tibia. Finalmente aplica un chorro de agua fría en tu cabello para estimular la circulación sanguínea.
7. Secado
El pelo mojado y recién lavado es mucho más sensible al daño. Por ello es importante que lo seques con cuidado.
Elige una toalla de algodón en lugar de una de microfibra y retira el exceso de agua de tu cabello con leves presiones pero sin frotar ni retorcer.
Tras retirar el exceso de agua, desenreda de abajo hacia arriba con extremo cuidado y deja que se termina de secar al natural. Evita el uso de secadores.
Descubre también: Diferencia entre humectar e hidratar la piel