María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 5 febrero, 2020
La intolerancia a la lactosa es una condición que se presenta por la incapacidad de digerir la lactosa (una clase de azúcar contenido en la leche) debido a la disminución o carencia de la enzima gástrica llamada lactasa.
La mayoría de las personas pueden digerir los alimentos de origen lácteo sin problema, aun cuando es normal que los adultos posean bajos niveles de lactasa.
La enzima lactasa viene “incorporada” desde el nacimiento pues en la primera infancia la alimentación se basa exclusivamente en la leche materna, sin embargo alrededor de los 3 años empieza el declive de esta enzima.
Aunque la absorción insuficiente de lactosa es una condición aparentemente inofensiva, sus síntomas pueden ser muy molestos y afectar significativamente la calidad de vida.
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Causas de intolerancia a la lactosa
- Factor genético: la intolerancia a la lactosa puede ser producida por herencia genética. Se presenta, entonces, una deficiencia de producción de lactasa y el resultado es la dificultad para digerir los lácteos.
- Se observa una incidencia alta en personas de origen africano, asiático y países mediterráneos, que ya por cultura tienen bajo consumo de lácteos.
- Esta intolerancia también puede ser un efecto secundario producido por alguna alteración como: operaciones del intestino o del estómago, extirpación de la vesícula, o por enfermedades como la celiaquía, infecciones bacterianas, enfermedad de Cronh o enfermedad de Lime.
- Factor congénito: son los casos menos frecuentes pero se trata de niños que tienen poca producción de lactasa o que no la producen del todo desde que nacen. Este problema también es transmisible genéticamente, cuando el padre y la madre heredan ambos esta variante genética.
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Síntomas

Los síntomas son muy diversos y varían de una persona a otra, según el nivel de intolerancia que tengan.
Estos suelen presentarse después de que se han consumido alimentos que contienen lactosa.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:
- Hinchazón abdominal
- Náuseas
- Vómitos
- Cólicos
- Gases
- Dolor abdominal
- Debilidad en las extremidades, especialmente las piernas.
- Migraña
- Diarrea
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Opciones para consumir lácteos

Muchas personas optan por evitar los lácteos por completo y sustituirlos por productos a base de almendras o soja.
Sin embargo, también está la opción de ingerir leches, helados y yogures deslactosados.
Asimismo, para algunas personas la leche de cabra resulta mucho más digerible que la leche de vaca.
Los quesos curados suelen ser menos molestos que los quesos tiernos.
La nata, crema de batir o yogures livianos suelen tener suero de leche o leche en polvo para dar textura. En estos casos es necesario leer los ingredientes.
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Recuerda
Si los síntomas son muy fuertes se debe consultar un médico y la orientación de un nutricionista o dietista.