María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 31 agosto, 2020
Los alimentos etiquetados como “libres de gluten” han adquirido un gran auge en la actualidad y la mayoría de las personas los asocian con una dieta más saludable, pero ¿realmente todos deberían evitar el gluten?
El gluten es un conjunto de proteínas presentes en el trigo, la cebada y el centeno, y por consiguiente en cualquier alimento que haya sido elaborado con estos cereales. Es el responsable de la elasticidad de las masas que se elaboran a partir de estos granos, así como de su volumen y esponjosidad.
Está comprobado que algunas personas, conocidas como celiacas, son intolerantes a este conjunto de proteínas, pues al ingerirlas desencadenan en su organismo una serie de síntomas que pueden resultar peligrosos.
Quienes padecen celiaquía, deben limitar o eliminar de su dieta todos aquellos alimentos que contengan gluten: pan, pizza, pasta, galletas, cerveza, etc.
Sin embargo, se estima que los celiacos representan apenas el 1 % de la población mundial.
¿Qué pasa con los NO celiacos?
Aunque la celiaquía es la condición más comúnmente asociada al consumo de gluten, existen otros dos términos que vale la pena tener en cuenta:
- Alergia al trigo: está condición es más frecuente en los niños y desencadena una respuesta inmune anormal ante una o más proteínas presentes en el trigo o en productos elaborados a partir de este cereal.
- Sensibilidad al gluten no celiaca: las personas que padecen sensibilidad al gluten pueden presentar diferentes síntomas intestinales y extraintestinales después del consumo de alguno de los granos que contienen estas proteínas. Su diagnóstico es difícil, se basa en los síntomas persistentes y se establece solo después de descartar celiaquía y alergia al trigo.
Diferentes especialistas argumentan que una gran cantidad de personas pueden ser sensibles al gluten sin ni siquiera saberlo. Esto debido al difícil diagnóstico de esta condición puesto que muchos de los síntomas pueden aparecer días después del consumo de los granos con gluten.
Adicionalmente, algunas investigaciones han encontrado que una dieta libre de gluten podría beneficiar a personas con enfermedades autoinmunes (no celiacas) (1), síndrome de intestino irritable (2) (3) y otras condiciones como endometriosis, fibromialgia y ezquizofrenia (4).
El médico David Perlmutter, autor del best seller Cerebro de pan, asegura también que el gluten tiene un papel importante en la inflamación cerebral y podría ser un factor de riesgo para enfermedades como el alzheimer.
Finalmente, quienes defienden la dieta sin gluten aseguran que este conjunto de proteínas es de bajo valor nutricional y biológico, y por ende su exclusión de la alimentación no representa ningún problema.
Entonces, ¿deberías evitar el gluten?
Aún cuando no padezcas sensibilidad al gluten, alergia al trigo o enfermedad celíaca, podrías beneficiarte de una dieta reducida o libre de gluten, sin embargo esto solo lo sabrás al emprender un camino de autoexploración en el que evites el gluten y controles tus síntomas.
Al tomar esta decisión es conveniente que tengas en cuenta dos aspectos importantes:
- Si cereales como el trigo, la cebada o el centeno eran tu principal fuente de fibra, procura aumentar el consumo de vegetales, frutas y otros granos libres de gluten.
- Los alimentos gluten free que encuentras en los supermercados suelen ser altos en azúcares, grasas y calorías, por lo que no son necesariamente una opción saludable.
Seguir una dieta libre de gluten se considera seguro, siempre y cuando reemplaces los cereales y productos con gluten por alimentos nutritivos y no ultraprocesados.
Ten presente también que la investigación sobre el gluten y su impacto en la salud aún está en curso, y todavía se debate si la decisión de llevar una dieta libre de estas proteínas beneficia la salud de quienes no padecen intolerancias.
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