María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
La piel es uno de los órganos más grandes del cuerpo, actúa como un escudo protector frente a microorganismos por lo que apoya la defensa inmune y es fundamental para el mantenimiento de la temperatura, el equilibrio de los líquidos, el sentido del tacto, la producción de vitamina D, entre muchas otras funciones.
Sin embargo, al ser un órgano tan expuesto, la piel también es vulnerable y susceptible al daño, por lo que requiere especial atención.
En la salud y apariencia de la piel influyen diferentes factores intentos y externos, muchos de los cuales están bajo tu control. En Viva mi Salud hemos reunido los más importantes:
Genética
La genética puede determinar tu tipo de piel (normal, seca, grasa, delgada), pero también puede incidir directamente en diferentes afecciones de la piel. De hecho algunas condiciones como el albinismo, la ictiosis, la epidermólisis ampollosa y la neurofibromatosis son causadas principalmente por factores hereditarios.
Además, la genética puede impactar en la forma en la que tu piel se defiende de los radicales libres y por ende en su envejecimiento intrínseco (proceso fisiológico inevitable que combina principalmente factores genéticos o metabólicos). (1) (2)
Exposición a los rayos UV
La exposición a los rayos UV es el factor responsable del mayor porcentaje de afecciones cutáneas inducidas por el medio ambiente, dentro de las que se encuentran enrojecimiento, inflamación, envejecimiento prematuro y cáncer de piel, el quinto tipo de cáncer más común de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.
De hecho se estima que la exposición a los rayos UV puede desencadenar hasta el 80% de los signos visibles de envejecimiento en la piel, incluida la apariencia seca, las arrugas y la pigmentación deteriorada. (3)
Contaminación ambiental
La piel, por ser tu órgano más expuesto, es indudablemente vulnerable ante estresores ambientales como la contaminación del aire, factor que también ha demostrado tener un profundo impacto en las enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Los contaminantes pueden activar procesos inflamatorios dentro de tu cuerpo e inducir al estrés oxidativo, lo que puede intensificar los signos de envejecimiento y exacerbar los síntomas de diferentes enfermedades inflamatorias crónicas de la piel. Además, la contaminación también parece reducir la humedad de la piel. (4)
Elección errónea de productos para la piel
La industria cosmética fabrica cada vez más productos que prometen ser la solución para diferentes problemas o condiciones de la piel, sin embargo muchos de estos productos contienen ingredientes que pueden resultar perjudiciales e inclusive generar reacciones alérgicas.
Además, ten presente que cada tipo de piel requiere un tratamiento y abordaje diferente, por lo que siempre es recomendable que acudas con un especialista para elegir de una forma más adecuada los productos que pondrás en tu piel.
Cambios hormonales
Los cambios hormonales tienen un profundo impacto en la salud y apariencia de la piel, como puede evidenciarse en etapas o momentos de la vida como la pubertad, la menopausia e inclusive la menstruación.
También existen algunas enfermedades o condiciones de naturaleza hormonal que inciden directamente en la salud de la piel como los trastornos de la tiroides, el síndrome de ovario poliquístico, el hirsutismo, la diabetes y el síndrome de Cushing, entre otros.
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Descanso insuficiente
Un sueño suficiente y de calidad es vital para que tu cuerpo pueda repararse, regenerarse y recuperarse, y esto incluye por su puesto a tu epidermis (piel).
Seguramente has notado como una mala noche puede manifestarse en tu piel con síntomas visibles como ojeras y ojos hinchados, sin embargo un sueño insuficiente puede impactar de formas más profundas en la salud de tu piel.
Estudios han demostrado que la privación recurrente del sueño está asociada con el envejecimiento, la disminución de la función de la barrera cutánea y por su puesto con una menor satisfacción con la apariencia de la piel. (5)
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Estrés
Es normal e inevitable vivir situaciones estresantes en tu día a día, sin embargo cuando el estrés se vuelve crónico (repetitivo y frecuente) puede generar cambios fisiológicos que afectan negativamente tu salud en general, y esto incluye la piel.
Está demostrado que durante los episodios de estrés se afecta la barrera de permeabilidad de la piel, así como la integridad y la función protectora de su capa más superficial (estrato córneo). Además, el estrés parece precipitar o exacerbar diferentes condiciones de la piel como la dermatitis atópica, la psoriasis e inclusive el acné. (6) (7)
Nutrición
La apariencia y salud de la piel es un reflejo de lo que ocurre en tu interior y sin duda la alimentación juega aquí un papel fundamental.
Aunque no existen investigaciones concluyentes sobre el tipo de dieta especifica que debes seguir para mejorar la apariencia de tu piel, algunos alimentos como vegetales variados, frutas, pescados, grasas saludables, cacao y té verde parecen ofrecer ventajas nutricionales para el cuidado de la piel.
Sin embargo, la recomendación más acertada es la de llevar una dieta equilibrada privilegiando la comida natural y reduciendo los ultraprocesados y el azúcar.
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Envejecimiento
El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, el cual afecta directamente la apariencia de la piel. Si bien no puedes “librarte” del envejecimiento, sí puedes mejorar notablemente tu estilo de vida y actuar sobre los factores controlables mencionados en este artículo (nutrición, estrés, descanso, exposición al sol y elección de productos para la piel) para prevenir el envejecimiento prematuro o tener un envejecimiento más saludable.