María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 28 julio, 2020
El hambre emocional se refiere a aquellos momentos en los que acudes a la comida como mecanismo para lidiar con tus emociones o como medio de escape para evitar afrontarlas. Este tipo de hambre no tiene nada que ver con las necesidades fisiológicas de tu cuerpo y es más común de lo que se suele pensar.
Tener un diario de hambre emocional puede ayudarte a tomar conciencia de las sensaciones emocionales ligadas a determinadas conductas alimentarias y resulta especialmente útil para descubrir la raíz de tus antojos.
Básicamente este diario se convierte en una poderosa herramienta de autoconocimiento y de atención plena que seguramente te llevará a descubrir que la mayoría de los antojos aparecen en momentos de especial tensión emocional.
A continuación te explicamos cómo diligenciar este diario:
1. Lo primero que debes hacer es destinar una agenda específicamente para tu diario de hambre emocional.
2. Divide tu hoja en 4 columnas
- Hora: en la que registraras la hora de tu comida.
- Comida: en la que escribirás los alimentos que comiste
- Escala de hambre de 1 a 10: en la que escribirás el número que corresponde a tu nivel de hambre al momento de comer, siendo 1 “nada de hambre” y 10 “extremadamente hambriento”
- Emoción activa: en la que registrarás la emoción presente al momento de comer (si la hay)
Esta es un ejemplo de cómo debería verse tu hoja:
Algunos ejemplos de emociones que puedes incluir en tu registro son:
- Ansiedad
- Depresión
- Inquietud
- Irritabilidad
- Agitación
- Felicidad
- Aburrimiento
- Estrés
- Tristeza
Sin embargo, puedes sentirte libre de incluir otros y utilizar tus propias palabras para detallarlos y explicarlos.
3. Diligencia este diario por al menos 7 días. Después de los 7 días, analiza detalladamente esta herramienta e intenta encontrar patrones recurrentes. Toma apuntes de cada descubrimiento.
Por ejemplo: “Los antojos de dulce siempre me llegaron a media mañana cuando mi estrés es más alto”
4. Ahora crea un plan de acción con estrategias que te permitan adelantarte a la aparición de los antojos para cada descubrimiento que hiciste.
Por ejemplo: “Haré una pausa a media mañana para regalarme 5 o 10 minutos de respiración consciente.”
5. Implementa tus estrategias de forma permanente y sé constante. Recuerda que todo proceso toma tiempo y requiere de tu disciplina.
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