¿Tu hijo necesita comer azúcar? Aquí te lo explicamos

¿Tu hijo necesita comer azúcar? Aquí te lo explicamos
Revisado y aprobado por
María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición

Existe la creencia de que los niños necesitan comer alimentos ricos en azúcar para reponer la energía que gastan durante su etapa de crecimiento, pero, ¿es esto verdad o es un mito?

Es cierto que el azúcar forma parte de uno de los tres macronutrientes que el cuerpo necesita para funcionar de manera óptima: los carbohidratos. Y también es cierto que la glucosa (la forma en la que se descomponen la mayoría de carbohidratos en el cuerpo) es un combustible energético rápido y fácilmente disponible.

Sin embargo, también es cierto que existen diferentes tipos de azúcar y que cada uno impacta de formas diferentes en el cuerpo humano. La Organización Mundial de la Salud, OMS, los divide así:

  • Azúcar intrínseco: el que está presente de forma natural en alimentos como las frutas, las verduras, la leche y otros alimentos integrales.
  • Azúcar libre: el que es agregado de forma artificial a tus preparaciones o a los productos que encuentras en el supermercado y el azúcar presente en la miel, los jarabes, los zumos y concentrados de jugo de fruta.

Los alimentos ricos en azúcar libre (refrescos, galletas, donuts, cereales de caja, dulces y caramelos) se absorben rápidamente provocando que se eleven abruptamente los niveles de glucosa en sangre y de insulina. Por consiguiente, su consumo reiterado puede impactar de forma negativa en el metabolismo del niño a corto, mediano y largo plazo.

Además, y teniendo en cuenta que este tipo de alimentos se digieren rápidamente, su consumo no aportará saciedad a los pequeños y puede ocasionar que coma más de lo que su cuerpo necesita, lo que se traduce en un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad.

A esto se le suma que la alimentación durante los primeros años de vida resulta fundamental para educar el paladar de los niños y definir las preferencias gustativas y los hábitos que tendrán en el futuro, por lo que resulta recomendable que los pequeños NO se acostumbren a calmar su hambre o su sed con alimentos o bebidas dulces artificiales.

Entonces, ¿se debe prohibir el azúcar libre?

hijos y dulces

No. El consumo de alimentos ricos en azúcar libre debe ser limitado pero la “prohibición” a menudo incrementa el deseo de los pequeños.

La American Heart Association (AHA) recomienda que los niños de dos años o menos no tengan azúcar agregada en su dieta y que después de esa edad su consumo sea limitado.

De acuerdo con la OMS, restringir el consumo de azúcar libre por debajo del 5% de la ingesta calórica total representaría grandes beneficios para la salud en general.

Así que lo que te recomendamos hacer como padre y como madre es reservar el consumo de este tipo de alimentos para situaciones esporádicas y no como parte de la alimentación diaria. Además, que no se conviertan, como usualmente sucede, en una “recompensa” o un “premio” por el buen comportamiento de los niños.

Ten presente también que existen muchos alimentos que poseen azúcares naturales y que aportan una considerable cantidad de nutrientes, los cuales pueden y deben hacer parte de una alimentación balanceada.

La fruta: el caramelo de la naturaleza

frutas hijos

Las frutas son alimentos naturalmente dulces que aportan vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes que favorecen el funcionamiento del organismo. Además, tienen un alto contenido de agua por lo que favorecen la correcta hidratación y pueden resultar muy refrescantes.

Su sabor dulce las hace ideales para un snack, un postre e inclusive como acompañamiento de las diferentes comidas. Son versátiles y se pueden preparar de diferentes maneras.

Recuerda que lo natural siempre será una mejor opción para la salud de los niños a corto, mediano y largo plazo.

¿Y los zumos de fruta?

Tradicionalmente se ha considerado que los zumos de fruta tienen propiedades nutritivas que los convierten en bebidas de consumo libre, sin embargo es importante tener en cuenta que al licuar y colar las frutas, estas pierden parte de sus nutrientes y de su fibra, por lo que definitivamente no son comparables con el valor nutricional de la fruta entera, en su estado natural.

Además, se debe considerar que para preparar un zumo se utilizan varias piezas de fruta, por lo que se incrementa considerablemente el aporte de azúcar y de calorías a la dieta del pequeño. Sin mencionar que al no tener fibra, los zumos no aportan tanta saciedad como la fruta.

Así que si bien los zumos de fruta no pueden considerarse una bebida azucarada más como los refrescos, sí existen razones para limitar su consumo y no deben equipararse por ningún motivo al consumo de fruta entera.

Si decides incluir los zumos de fruta en la alimentación de los niños debes tener en cuenta las cantidades recomendadas por la Asociación Americana de Pediatría:

  • Entre 1 y 3 años 4 onzas al día
  • Entre 4 y 6 años de 4 a 6 onzas diarias
  • Entre 7 y 18 años 8 onzas o 1 taza diaria

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los zumos de fruta no son recomendados antes del primer año de vida.

CONCLUSIONES

  1. El azúcar añadido no es necesario ni conveniente dentro de la alimentación de niños y adultos.
  2. Prohibir radicalmente el consumo de azúcar libre puede hacer que los niños lo deseen más, por eso es importante privilegiar la educación nutricional.
  3. Existen alimentos con azúcar natural que aportan energía y también micronutrientes esenciales para el crecimiento del niño.
  4. La fruta es una excelente opción como alimento con azúcar natural.
  5. El consumo de zumos de fruta debe ser moderado y no se puede comparar con las frutas enteras.