María del Mar Morales
Health coach - Esp. en Nutrición
Última actualización: 19 octubre, 2020
El autoexamen de mama o autoexploración de mama es un procedimiento muy sencillo que deben realizar las mujeres periódicamente para detectar o descartar posibles anomalías en sus senos.
Aunque se recomienda especialmente para encontrar a tiempo bultos que puedan ser indicio de cáncer de mama, el autoexamen también sirve para revelar otros problemas presentes en el tejido mamario.
Aunque la técnica del autoexamen no es 100 % fiable para detectar anomalías relevantes, muchas mujeres han reportado que el primer signo de cáncer de mamá fue un bulto detectado por ellas mismas gracias a esta autoexploración.
Para realizarlo solo necesitas tus ojos, tus manos y 15 minutos de tu tiempo.
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¿Cuándo hay que hacerlo?
El mejor momento para realizar el autoexamen es cinco días después del comienzo de la menstruación. Las mujeres con menopausia, por otro lado, pueden hacerlo el mismo día de cada mes.
No se recomienda realizar el autoexamen durante los primeros días de la menstruación ya que en este lapso las mamas pueden estar sensibles, hinchadas y presentar protuberancias que suelen ser confundidas con anomalías.
Pasos para realizar el autoexamen
1. Observación:
Ubícate frente a un espejo y desnúdate de la cintura para arriba. Con los brazos caídos y relajados, observa detenidamente ambas mamas comprobando los siguientes aspectos:
-Que el tamaño de ambas sea habitual.
-Simetría (sin olvidar que es normal que un seno sea ligeramente más grande que otro).
-Que no haya cambios en la textura de la piel (hoyuelos, arrugas o aspecto de cáscara de naranja).
-Que los pezones no se encuentren hundidos.
Luego, levanta los brazos sobre la cabeza, y haz nuevamente el mismo ejercicio prestando especial atención al contorno de las mamas.
2. Palpación de pie
Ahora vas a revisar mama por mama. Levanta el brazo derecho y con tu mano izquierda empieza a palpar el seno derecho con movimientos circulares (siguiendo las manecillas del reloj), horizontales y verticales. La idea es que cubras la totalidad de tu mama.
Haz presiones suaves pero firmes que te permitan detectar si existen bultos o nódulos extraños. Comprueba también la zona que va desde el seno hasta la axila ya que allí se presentan la mayoría de anomalías.
3. Palpación acostada
Para finalizar, debes acostarte en la cama boca arriba. Pon un almohada en tu espalda, debajo del seno que vas a explorar primero y levanta el brazo que corresponde a esta misma mama.
Repite el procedimiento anterior y al finalizar presiona con suavidad los pezones para verificar si hay secreción. Utiliza los dedos índice y pulgar.
¿Cuándo acudir al médico?
Debes ir con tu médico siempre que encuentres algún detalle en tu mama que no sea habitual: nódulos, hoyuelos, piel rugosa, cambios en el tamaño o color de la mama, entre otros.
Recuerda que no debes confiar en el autoexamen como único método para la detección del cáncer. Procura realizarte un examen clínico y mamografía por lo menos una vez al año.